
En estos momentos seguro que hay mucha más gente de la que pensamos desesperada porque ha sufrido una avería, la verdad que no es plato de bien gusto y quienes tiene que enfrentarse a ellas ven como cada día puede llegar a complicarse mucho más. Digo esto porque el caso más cercano en el que me puedo fijar es en estos momentos mi hermana, resulta que tienen dos coches mi cuñado trabaja fuera de la ciudad y necesitan uno cada uno, el que utiliza mi hermana es un todo terreno y a pesar de su gran envergadura sabe manejarlo muy pero que muy bien, sin embargo el de mi cuñado es más pequeño, para ir venir del trabajo es más que suficiente, pero resulta que recientemente han sufrido una avería, el coche empezó a soltar mucho humo y no sabiendo muy bien lo que le podía pasar llamó a la grúa para que lo llevara al taller. Allí después de muchas revisiones y vueltas el mecánico le dijo que se trataba del turbo del coche, se había roto y lo mejor era cambiarlo, después de dar muchas vueltas en busca de un turbo se dieron cuenta que nuevo era demasiado caro por lo que intentaron por todos los medios buscar con la ayuda de una red de desguaces un turbo en buenas condiciones y a buen precio.
Por supuesto lo consiguieron pero como las cosas siempre pueden ir a peor, una vez que estaba montado el mecánico se dio cuenta que no era del turbo sino que lo que estaba estropeado era el motor, mi cuñado enfadado por el error que había cometido el mecánico decidió cambiar de taller, donde buscaron en algunos desguaces algún motor de segunda mano que fuera compatible, lo consiguieron encontrar pero no acaba todo aquí, después de estar montado se dan cuenta que el motor tiene un pequeño problema el acelerador no funciona, y se debe cambiar por otro. La verdad que todo ha sido al final una serie de catastróficas desdichas, y aunque es verdad que el importe de cada factura ha ido subiendo con cada fallo, no es comparable a lo que hubieran tenido que gastar si el motor hubiera sido nuevo. Una vez más nos damos cuenta de lo fácil que resulta acudir a un desguace en momentos en los que el coche no nos da ninguna respuesta.
El uso de un desguace una buena opcion
octubre 26, 2017
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tanajas
En estos momentos seguro que hay mucha más gente de la que pensamos desesperada porque ha sufrido una avería, la verdad que no es plato de bien gusto y quienes tiene que enfrentarse a ellas ven como cada día puede llegar a complicarse mucho más. Digo esto porque el caso más cercano en el que me puedo fijar es en estos momentos mi hermana, resulta que tienen dos coches mi cuñado trabaja fuera de la ciudad y necesitan uno cada uno, el que utiliza mi hermana es un todo terreno y a pesar de su gran envergadura sabe manejarlo muy pero que muy bien, sin embargo el de mi cuñado es más pequeño, para ir venir del trabajo es más que suficiente, pero resulta que recientemente han sufrido una avería, el coche empezó a soltar mucho humo y no sabiendo muy bien lo que le podía pasar llamó a la grúa para que lo llevara al taller. Allí después de muchas revisiones y vueltas el mecánico le dijo que se trataba del turbo del coche, se había roto y lo mejor era cambiarlo, después de dar muchas vueltas en busca de un turbo se dieron cuenta que nuevo era demasiado caro por lo que intentaron por todos los medios buscar con la ayuda de una red de desguaces un turbo en buenas condiciones y a buen precio.
Por supuesto lo consiguieron pero como las cosas siempre pueden ir a peor, una vez que estaba montado el mecánico se dio cuenta que no era del turbo sino que lo que estaba estropeado era el motor, mi cuñado enfadado por el error que había cometido el mecánico decidió cambiar de taller, donde buscaron en algunos desguaces algún motor de segunda mano que fuera compatible, lo consiguieron encontrar pero no acaba todo aquí, después de estar montado se dan cuenta que el motor tiene un pequeño problema el acelerador no funciona, y se debe cambiar por otro. La verdad que todo ha sido al final una serie de catastróficas desdichas, y aunque es verdad que el importe de cada factura ha ido subiendo con cada fallo, no es comparable a lo que hubieran tenido que gastar si el motor hubiera sido nuevo. Una vez más nos damos cuenta de lo fácil que resulta acudir a un desguace en momentos en los que el coche no nos da ninguna respuesta.